¿Tus piernas tienen varices y te da vergüenza enseñarlas?, ¿tienes antecedentes familiares algunas venas rotas y crees que en el futuro podrías tenerlas? Pues bien, aunque las varices no se pueden prevenir ni eliminar su no es por medio de cirugía, lo cierto es que si es posible controlar su crecimiento o retrasar su aparición. Si tienes problemas de varices o simplemente te interesa el tema, sigue leyendo este artículo, porque te vamos a hablar de sus causas y del tratamiento. ¡Empezamos!
Qué son las varices y sus causas
Las varices son venas inflamadas y retorcidas, visibles bajo la superficie de la piel, que normalmente suelen aparecer en las piernas, si bien es cierto que pueden formarse en otras zonas del cuerpo. Tener varices no es nada raro, es un problema bastante común que afecta a infinidad de personas en todo el mundo, y presentan pocos signos y síntomas, salvo en ocasiones, un leve dolor que puede llegar a ser moderado, y en algunos casos, pueden aparecer coágulos de sangre, úlceras u otros problemas en la piel.
La causa de su aparición es la presencia de válvulas débiles o lesionadas en las venas que dificultan el regreso de la sangre al corazón. Y es que en el interior de las venas, existen válvulas que funcionan en una sola dirección y se abren para dejar pasar la sangre y después se cierran para evitar que regrese. Si las válvulas están lesionadas, la sangre regresa, acumulándose en las venas, que se hinchan, formando lo que se conoce con el nombre de varices. La debilidad de las paredes de las venas debilita las válvulas, que en condiciones normales, son elásticas. Pero al debilitarse, dejan de ser elásticas, se alargan y se ensanchan, separándose las hojas de las válvulas, y provocando que la sangre sea devuelta a la vena, que las llena y dilata todavía más sus paredes. Entonces las venas se hinchan y se retuercen para poder meterse en su espacio natural.
Tratamiento de las varices
Es necesario un cambio de hábitos, así como un tratamiento médico para aliviar el dolor y evitar otras complicaciones asociadas a las varices, además de mejorar el aspecto físico de las piernas. Las varices se tratan con cambios en el estilo de vida y procedimientos médicos. Los objetivos del tratamiento son aliviar los síntomas, prevenir las complicaciones y mejorar el aspecto de las piernas.
Si se trata de un problema pequeño, si las varices no son grandes y no causan dolor ni síntomas graves, entonces será suficiente con seguir unas pequeñas recomendaciones a fin de evitar su crecimiento, como son: no pasar demasiado tiempo en la misma posición, ni de pie, ni sentado, no usar prendas demasiado ajustadas ni tacones, evitar el sedentarismo y hacer algo de ejercicio todos los días, darse duchas de agua fría a fin de estimular la circulación y cuidar la alimentación. Si sigues todos estos consejos, conseguirás minimizar los síntomas y evitar que las varices sigan creciendo. Pero en los casos más graves, cuando las varices cursan con dolor, si aparecen coágulos de sangre u otros problemas cutáneos, entonces, necesitas ponerte a tratamiento médico y, tras una valoración del especialista, someterte a una intervención.
En la actualidad, existen tratamientos muy eficaces sin necesidad de cirugía, aseguran en Artestética, donde realizan la novedosa técnica five, que es la solución definitiva a las varices, y sin necesidad de una intervención quirúrgica. El tratamiento consiste en eliminar las venas que funcionan mal, y provocar el regreso de la sangre por las venas que están sanas, consiguiendo de esta forma, mejorar la circulación. La esclerosis con microespuma es el tratamiento de varices más eficaz que existen en la actualidad, y como no necesita cirugía, no es necesario cogerse una baja laboral o pasar unos día en casa en reposo. Podrás hacer una vida completamente normal nada más salir de la clínica.
Muchas personas con problemas de varices deciden someterse a procedimientos para mejorar su aspecto físico, independientemente de sentir dolor o no. Pero, esto no impedirá que nuevas varices sigan formándose.
Existen muchos factores de riesgo que condicionen la formación de varices, como los antecedentes familiares, la edad avanzada, el género, el embarazo, la obesidad y el sobrepeso o el sedentarismo.
El diagnóstico precoz es fundamental para su tratamiento. Para ello, será suficiente un examen médico en la mayoría de los casos, pero a veces se hacen otro tipo de pruebas para determinar la gravedad. Para ello, el/la especialista, observará al paciente de pie y sentado con las piernas colgadas, y a continuación le preguntará acerca de sus síntomas.