España es un país que tiene mucho de lo que presumir: el clima, la hospitalidad de sus gentes, su gastronomía, su cultura, sus montañas… Se sitúa en un lugar privilegiado y de eso sus ciudadanos, orgullosos, no tienen ninguna duda. Pero, por supuesto, no todo lo que rodea a nuestro país es positivo. También puede crecer en otros muchos aspectos en los que no está cumpliendo con las expectativas que se le marcan, por ejemplo, desde Europa. Uno de esos puntos es el de la contaminación.
En efecto, y aunque bien es cierto que se ha intentado fomentar el uso de energías alternativas y la reducción de la contaminación, lo cierto es que todavía no hemos alcanzado los niveles que se estiman oportunos. España sigue siendo uno de los países que más contaminan de Europa y es precisamente eso lo que nos tiene que hacer recapacitar y, lo que es más importante, encontrar la manera de reducir los niveles de polución que existen entre nosotros.
Una de las mejores maneras de ver si colaboramos de una manera adecuada con el medio ambiente es la factura de la luz. Y lo cierto es que, en ese sentido, no salimos bien parados. Según un artículo del diario El País publicado en noviembre de 2015, el gasto medio de los hogares en el recibo de la luz era de 56’3 euros, una tasa que no es precisamente reducida pero que también está inflada como consecuencia de los abusivos precios que las eléctricas obligan a pagar a sus clientes.
España es uno de los países que, como decimos, más energía consume de Europa. Fijémonos en la cantidad de electrodomésticos que tenemos en casa: lavavajillas, lavadora, microondas, frigorífico, horno… No cabe duda de que todos esos aparatos consumen una cantidad importante de energía y de electricidad a lo largo del día y que eso contribuye a que nuestra factura de la luz aumente a la vez que decrece la salud de la Tierra.
Son muchas las personas que durante los últimos años han mostrado una creciente preocupación por su consumo energético y los problemas medioambientales que se derivan de él. Es una de las conclusiones que han venido obteniendo los profesionales de Lavatur en los últimos tiempos, profesionales que, además, opinan que los ciudadanos interpretan como positiva la posibilidad de prescindir de lavadoras en su propio domicilio, ver reducida su factura de la luz y, también de este modo, conseguir un aumento de espacio en su vivienda.
Es cierto que España es un país pionero en la generación de energía renovable para tratar de combatir todos los problemas de escasez de recursos energéticos naturales. Pero eso no es óbice para que se critique que nuestra sociedad consume una cantidad de energía enorme y que podría ser inferior con la colaboración de cada uno de nosotros y de nosotras.
Un problema global
El consumo tan elevado de electricidad tiene una relación directa con la contaminación que se respira en el ambiente de prácticamente todos los países que componen la Tierra. Un artículo que también publicó el diario El País, en este caso a principios del pasado mes de mayo, alertaba de que nueve de cada diez personas en el mundo respira aire que está contaminado. ¿Somos conscientes realmente de lo que ello implica? Desde aquí pensamos que no. Por eso vamos a dar un dato más escalofriante todavía: según la Organización Mundial de la Salud, siete millones de personas mueren cada año en todo el mundo como consecuencia de la respiración de aire contaminado. Esos siete millones de personas es un número más grande que el de personas que mueren como consecuencia de la malaria o del sida. Casi nada
La contaminación es por tanto un problema que nos afecta a todos y del que nadie se puede borrar. Cualquier podemos coger, en cualquier momento, una enfermedad que se encuentre relacionada con la contaminación. Y puede llegar a ser, como hemos visto, mortal. Eso del “no creo que me pase a mí” no es una opción. Es precisamente eso lo que nos llevará a darnos cuenta demasiado tarde de nuestro error. Debemos ser responsables y operar desde ya. Y una de las mejores formas de hacerlo es reduciendo el consumo energético de nuestros hogares. Hoy en día, hacerlo no es difícil. Nos encontraremos en una época propicia para ello.