¿Las redes sociales pueden provocar trastornos de la conducta alimentaria?

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En los últimos años, los trastornos de conducta alimentaria (TCA) han aumentado. Griselda Herrero Martín, profesora del Departamento de Biología Molecular e Ingeniería Bioquímica de la Universidad Pablo de Olavide, explica que «si a esto le sumamos muchas de las tendencias alimentarias actuales, el ambiente obesogénico que nos rodea, el estigma del peso que llevamos a nuestras espaldas y los estereotipos de belleza, tenemos todos los ingredientes perfectos para desarrollar un posible TCA».

En la adolescencia los trastornos alimentarios más frecuentes son la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa. Sin embargo, en la adultez es el trastorno por atracón.

«Todos pueden ser graves desde el punto de vista de que son trastornos mentales y necesitan de un abordaje psicológico y nutricional conjuntamente, aunque es cierto que en casos de un bajo peso extremo, más común en anorexia nerviosa, puede llegar a correr peligro la vida de la persona», añade Griselda.

Las personas que padecen un TCA se muestran preocupadas por el peso. La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, explica que el 70% de los y las adolescentes no se siente a gusto con su cuerpo.

Los expertos explican que se ha observado un aumento de casos entre los adolescentes desde la pandemia. Los padres pueden tener en cuenta algunas señales de alerta como saltarse comidas, cocinar grandes cantidades para otros pero comer poco, pesarse repetidamente, la prohibición de determinados alimentos, esconder comida, negarse a comer en lugares públicos, quejarse de tener sobrepeso a pesar de tener un peso normal o mirarse al espejo.

Cuando los niños y niñas son pequeños, los padres pueden controlar lo que comen, pero en la etapa de la adolescencia es más difícil, ya que éstos son más independientes.

Muchos de ellos no se sienten a gusto con estos cambios, por lo que los padres deben transmitirles la importancia de una alimentación sana y equilibrada, también deben estimular su participación en el proceso de compra y el cocinado. Muchos adolescentes no les gustan su nuevo cuerpo, por lo que empiezan a hacer dietas no saludables para adelgazar.

«No se conocen las causas exactas de los trastornos alimenticios. Sin embargo, algunos factores de riesgo son la preocupación desmesurada por tener la figura deseada, una visión distorsionada del propio cuerpo, determinadas ideas culturales o sociales respecto a la belleza, ser demasiado perfeccionista y tener una baja autoestima», informan desde Top Doctors.

Varios estudios han comprobado que las
redes sociales pueden provocar ansiedad, dependencia o trastornos de la conducta alimentaria.

Muchas adolescentes piensan que deben mostrar en las redes sociales una imagen perfecta, tanto de su cara como del cuerpo, consideran que el cuerpo perfecto es el delgado y asocian este tipo de imagen al éxito y a la belleza.

Según un informe de la Agencia de Calidad de Internet, existen casi 4 millones de publicaciones en la Red con las etiquetas #Ana (anorexia) y #Mía (bulimia), en estos hashtags aparecen trucos o experiencias para adelgazar.

Una investigación realizada por Facebook concluyó que Instagram es tóxica para sus usuarios. “Un 32% de chicas dicen que cuando se sienten mal con su cuerpo, Instagram les hace sentir peor”, detalla el informe.

“Las comparaciones con lo que ven en Instagram pueden alterar el modo en que las jóvenes se perciben y describen a sí mismas”, dice la compañía liderada por Mark Zuckerberg.

El estudio Uso de redes sociales y riesgo de padecer TCA en jóvenes, trataba de comprobar si existía una relación entre el uso de las redes sociales y el riesgo a desarrollar esta enfermedad.

Se encuestó de forma online y anónima a 108 jóvenes de entre 18 y 30 años. Los investigadores optaron por el Eating Attitudes Test-26 y preguntas elaboradas sobre el uso de redes sociales y salud.

“Tras esta investigación podemos concluir que el uso de redes sociales puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de un trastorno de la conducta alimentaria, aunque son necesarias más investigaciones”, explican los investigadores.

“En personas con trastornos alimentarios, en las que la autoestima depende en buena medida de la aprobación externa y que tienen por tanto un elevado miedo al rechazo, las redes sociales pueden afectarle de forma negativa. Los likes pueden actuar como medida de su autoestima. Además, las comparaciones constantes contribuyen a que se incremente el malestar con la imagen corporal que es uno de los síntomas centrales del trastorno”, añade la psicóloga Mónica Muñoz.

La psicóloga Patricia Sánchez Sainz De Aja, especialista en tratar trastornos de alimentación, explica que las personas que sufren estos trastornos deben acudir a terapia y en las sesiones aprenderán a gestionar las emociones de forma saludable.

El especialista desempeñan un papel vital, porque les pone un tratamiento y les brinda una atención especializada.

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