En la ajetreada vida moderna, a menudo pasamos por alto la importancia de mantener una salud dental óptima en casa, y este descuido puede tener consecuencias graves para nuestra salud bucal en el largo plazo.
En este artículo, abordaremos los peligros de no cuidar adecuadamente nuestra salud dental en casa, entendiendo qué medidas podemos tomar para mantener nuestros dientes en buen estado y, además, descubriremos cómo elegir el cepillo adecuado para cada uno de nosotros.
¡Empezamos!
¿Qué peligros existen si no cuidamos de nuestra salud dental en casa?
Descuidar nuestra salud dental en casa puede tener una serie de riesgos y consecuencias negativas.
En primer lugar, la falta de higiene bucal adecuada puede llevar a la acumulación de placa dental, que, si no se elimina, se endurece con el tiempo y se convierte en sarro (el sarro es una sustancia dura y rugosa que solo puede ser eliminada por un profesional dental).
La placa y el sarro son las principales causas de caries y enfermedades de las encías. Si no se controlan, estas condiciones pueden llevar a problemas más graves, como infecciones y la pérdida de dientes.
Otro peligro que corremos al no lavarnos los dientes es el mal aliento, el cual puede afectar a nuestro día a día atacando la confianza con nosotros mismos.
Estos son algunos de los peligros que mencionan desde el blog de la clínica dental HQ Tenerife, pero no son los únicos.
Entonces ¿Cómo podemos cuidar de nuestra salud dental en casa?
Cuidar de nuestra salud dental no solo implica cepillarse los dientes a diario, sino también adoptar una serie de prácticas y estrategias que aseguren una higiene bucal óptima.
Antes de sumergirnos en los detalles de cómo cuidar de nuestra salud dental en casa, es fundamental comprender por qué es tan importante.
La salud dental en casa es el primer y más crucial paso en la prevención de enfermedades bucales como la caries y las enfermedades de las encías. Además, un buen cuidado dental en casa puede prevenir la acumulación de placa dental, reducir el riesgo de infecciones orales y mantener un aliento fresco.
Asimismo, la salud bucal está estrechamente relacionada con la salud general, lo que significa que una mala salud dental puede contribuir a una serie de problemas médicos, como enfermedades del corazón, diabetes y complicaciones durante el embarazo.
- Rutina de limpieza dental.
El pilar fundamental del cuidado de la salud dental en casa es una rutina diaria que incluye cepillado, uso de hilo dental y enjuague bucal:
- Cepillado de dientes.
Es conveniente cepillarte los dientes al menos dos veces al día, por la mañana y por la noche.
Utiliza un cepillo de dientes con cerdas suaves o medianas (las cerdas duras pueden dañar el esmalte dental y las encías).
Inclina el cepillo en un ángulo de 45 grados hacia la encía y realiza movimientos suaves y circulares. Asegúrate de cepillar todas las superficies de los dientes, incluyendo la parte frontal, trasera y las superficies de masticación.
No te olvides de cepillar la lengua y el paladar, ya que también pueden acumular bacterias y provocar mal aliento.
- Uso de hilo dental.
Debes usar hilo dental al menos una vez al día, idealmente antes de acostarte.
Puedes elegir entre hilo dental de seda o hilo dental encerado, según tus preferencias. Lo más importante es que se deslice suavemente entre los dientes y las encías.
Corta aproximadamente 45 cm de hilo dental y enrolla los extremos en los dedos índices. Desliza suavemente el hilo dental entre los dientes, formando una «C» alrededor de cada diente. Asegúrate de llegar a la línea de las encías, donde muchas acumulaciones de placa se esconden.
- Enjuague bucal.
Puedes utilizar enjuague bucal después del cepillado. Enjuaga durante 30 segundos y luego escupe el líquido. No lo enjuagues con agua después de usarlo.
Elige un enjuague bucal que contenga flúor, ya que fortalecerá el esmalte dental y combatirá las bacterias. También puedes optar por un enjuague bucal con propiedades antibacterianas si tienes encías sensibles o problemas de mal aliento.
- Alimentación y salud dental.
La elección de alimentos y bebidas puede desempeñar un papel fundamental en la salud dental. Aquí hay algunas consideraciones clave:
- Limita el azúcar.
El azúcar es uno de los principales culpables de la formación de placa dental y caries. Limita tu consumo de azúcares agregados y alimentos altos en azúcar, como refrescos, golosinas y pasteles.
- Aumenta la ingesta de alimentos ricos en calcio.
Los alimentos ricos en calcio, como productos lácteos, verduras de hojas verdes y pescado enlatado con huesos, fortalecen los dientes y previenen la pérdida de minerales del esmalte.
- Bebe agua.
El agua es esencial para mantener la boca hidratada y eliminar los restos de alimentos. Beber agua después de las comidas puede ayudar a prevenir la acumulación de placa.
- Mastica chicle sin azúcar.
Masticar chicle sin azúcar después de las comidas puede estimular la producción de saliva, que ayuda a neutralizar los ácidos y fortalece el esmalte dental.
- Evitar malos hábitos.
Algunos hábitos pueden dañar gravemente la salud dental. Para cuidar de tu salud bucal, es importante evitar lo siguiente:
- Fumar y masticar tabaco.
El tabaco puede causar decoloración dental, enfermedades de las encías y cáncer oral. Dejar de fumar es esencial para mantener una buena salud dental.
- Consumo excesivo de alcohol.
El exceso de alcohol puede contribuir a enfermedades de las encías y afecciones bucales. Limita tu consumo de alcohol para proteger tus dientes y encías.
- Morder objetos duros.
Evita morder objetos duros como bolígrafos, lápices o hielo, ya que esto puede dañar el esmalte dental y provocar fracturas.
- Rechinar los dientes.
El rechinar los dientes, especialmente durante la noche, puede desgastar el esmalte dental y causar problemas en las articulaciones temporomandibulares. Consulta a un dentista si experimentas este hábito.
- Visita regularmente a tu dentista.
A pesar de mantener una rutina efectiva de cuidado dental en casa, las visitas regulares al dentista son esenciales para una salud dental óptima. Los profesionales dentales pueden identificar problemas en una etapa temprana y proporcionar tratamientos preventivos.
Se recomienda visitar al dentista al menos una vez al año, aunque puede variar según tus necesidades personales.
¿Cómo podemos elegir el cepillo adecuado?
La elección del cepillo dental adecuado es un paso fundamental para mantener una buena salud bucal. Aunque puede parecer una decisión sencilla, varios factores deben ser considerados cuidadosamente para asegurarse de que el cepillo cumple con tus necesidades específicas y garantice una limpieza efectiva.
En primer lugar, uno de los aspectos más importantes a considerar es el tipo de cerdas del cepillo. Las cerdas pueden ser suaves, medianas o duras.
Por lo general, se recomiendan cerdas suaves o medianas para la mayoría de las personas, ya que las cerdas duras pueden ser demasiado abrasivas y dañar el esmalte dental y las encías. Sin embargo, la elección entre cerdas suaves o medianas suele depender de la preferencia personal y la sensibilidad dental de cada individuo. Si tienes encías sensibles o problemas dentales previos, es probable que un cepillo con cerdas suaves sea la mejor opción.
Otro factor importante es el tamaño de la cabeza del cepillo. Una cabeza de cepillo más pequeña, permite un acceso más fácil a las áreas de difícil alcance en la boca, como los molares posteriores. Esto es particularmente beneficioso para garantizar que puedas alcanzar todas las superficies de tus dientes y encías, lo que es esencial para una limpieza completa.
Además de las cerdas y el tamaño de la cabeza, el mango del cepillo también juega un papel crucial. El mango debe ser cómodo y fácil de sostener, ya que esto facilita el cepillado y asegura que puedas mantener un agarre firme mientras te mueves por tu boca. Algunos cepillos tienen mangos ergonómicos que ofrecen un mejor control y comodidad durante el cepillado, lo que puede ser beneficioso si tienes problemas de destreza o movilidad en las manos.
La calidad de las cerdas es otro aspecto que no debe pasarse por alto. Es importante elegir un cepillo con cerdas de alta calidad que no se desprendan fácilmente. Las cerdas de baja calidad pueden romperse o desgastarse rápidamente, lo que compromete la efectividad del cepillado. Por otro lado, las cerdas redondeadas suelen ser ideales, ya que minimizan el riesgo de lesiones en las encías o de dañar el esmalte dental.
Algunos cepillos eléctricos ofrecen características adicionales que pueden mejorar la eficacia del cepillado, ya que pueden incluir temporizadores que te ayuden a cumplir con el tiempo recomendado para cepillarte, sensores de presión que te alertan si estás ejerciendo demasiada presión sobre tus dientes y encías, y modos de cepillado específicos para necesidades dentales especiales, como la limpieza interdental o el blanqueamiento.
Y muy importante para acabar:
No olvides que los cepillos deben ser reemplazados cada tres meses o antes si las cerdas están desgastadas, ya que un cepillo desgastado no limpiará eficazmente tus dientes y encías.
¡Sigue estos consejos y no tendrás que visitar apenas a tu dentista!