La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la pobreza como “la enfermedad más mortal en el orbe”, llegando a afectar a más de 1.000 millones de personas de todas las edades en el mundo, de los que más de una tercera parte de todos los fallecimientos se produce entre los menores de 14 años.
Numerosas son las enfermedades que atacan sobremanera a la población infantil, entre las que podemos señalar las siguientes:
- Neumonía. Esta enfermedad infecciosa que provoca la inflamación de los pulmones, es una de las más mortales provocando el 19 % de los fallecimientos. Una de las principales causas de esta enfermedad es la contaminación del aire de las viviendas, pues estos niños viven en hogares donde se emplean para cocinar o para calentarse combustibles sólidos como la madera, el carbón o el estiércol, también el hacinamiento es otra de las causas de los elevados casos de neumonía.
- Enfermedades diarreicas. La mayor parte de estas enfermedades son transmitidas frecuentemente por vía oro-fecal, dado que la falta de instalaciones sanitarias adecuadas y la ausencia de higiene en la alimentación son uno de los principales factores que las causan provocando una gran deshidratación.
- Nacimientos con bajo peso corporal. Una nutrición deficiente de la madre durante el periodo de gestación provoca nacimientos con bajo peso corporal, así como las infecciones adquiridas en el momento del nacimiento, debido a las mínimas condiciones de higiene en los pequeños hospitales o en los hogares, si el niño nace en casa.
- Desnutrición. Esta enfermedad está producida por un aporte insuficiente de proteínas y calorías necesarias para satisfacer las necesidades alimentarias mínimas del organismo. Se estima que en el mundo cada año 3,1 millones mueren por causas asociadas a la desnutrición, siendo la mitad de estas muertes en niños menores de cinco años. Los restantes presentan insuficiencia ponderal, es decir están por debajo del peso que se considera saludable, lo que ocasiona en los niños que logran sobrevivir o superar esta situación unas secuelas físicas y psicológicas sumamente importantes que les marcaran durante el resto de sus vidas.
- VIH/Sida. En los países en desarrollo la incidencia de esta enfermedad va en aumento, puesto que las condiciones higiénico sanitarias no son buenas y el riesgo de contagio se multiplica por falta de medios de prevención como preservativos, falta de instrumentos sanitarios nuevos o esterilizados como jeringuillas, cuchillas, guantes de látex, etc., falta de educación e información a la población sobre todo a las mujeres y niñas, falta de acceso a la atención médica, a los tratamientos, a las pruebas de detección del virus.
- Malaria o paludismo. Esta enfermedad está causada por un parásito que se transmite a los humanos por la picadura de mosquitos infectados. Dado que la malaria es común en países tropicales y subtropicales, la mayoría de las personas que mueren por esta grave enfermedad son niños pequeños de África, según informe de la OMS cada día mueren más de 700 niños menores de 5 años en el mundo, por lo que estos son el grupo más afectado, lo que representa el 67 % de las muertes.
En este aspecto, una buena forma de altruismo y de ser solidario con los más necesitados es la que practica el pediatra y cirujano infantil, Manuel Garrido Valenzuela, el cual dedicó sus vacaciones de los últimos 27 años, vacaciones solidarias, a operar y curar niños bolivianos. Y no son los únicos casos, por suerte en el mundo hay mucha gente solidaria que se desvive y pone todo de su parte para ayudar a los más necesitados. Cualquiera de nosotros puede ayudar a cambiar las cosas mediante el Legado solidario para que el número de personas afectadas por la pobreza extrema se reduzca. Dejando una donación en testamento a alguna de las causas que te preocupan hoy, estarás apoyando mañana el trabajo de organizaciones que comparten tú mismo compromiso, y sin perjudicar en ningún caso a tus herederos legítimos.
Kirk Douglas, un ejemplo a seguir
Posiblemente a muchos de nosotros nos haya sorprendido o extrañado la noticia de que uno de los míticos actores de la época dorada de Hollywood, el muy querido y admirado actor Kirk Douglas que falleció el pasado 5 de febrero de 2020 a la edad de 103 años, ha dejado su inmensa fortuna valorada en unos 61 millones de dólares, no a su familia como lógicamente cabría esperar, sino que irá a parar a diferentes obras benéficas con las que colaboró a lo largo de toda su vida, entre ellas la que fundó junto a su esposa, centrada en personas con bajos recursos.