Cómo sobreponerte al fracaso de tu negocio

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El camino de los empresarios y emprendedores la mayoría de las veces está lleno de fracasos, y es que para logra el éxito, debemos aplicar el ensayo y error hasta que demos con la clave. De hecho, son muy pocos aquellos que se salvan de no haber sufrido al menos un fracaso en los negocios. Y justo estos son los que se pierden de celebrar los fracasos como lo hacen hoy en día los emprendedores. A mayor el fracaso, mayor el orgullo y más merecido el título de emprendedor; casi como si de heridas de guerra se tratasen. Y es que ellos entienden que el fracaso es solo otro paso más hacia el éxito y que solo llegarán a él, levantándose cada vez que caigan.

El mundo de los negocios no es fácil, tanto así que se dice que todo lo que puede llegar a  salir mal en un negocio, lo hará, al menos una vez en la vida. Para muestra un botón: los cientos de negocios que fueron azotados en el 2020 por una pandemia a nivel mundial, que nadie se hubiera imaginado que pasaría y que avanzó como una plaga arrasando con todo lo que encontraba a su paso, dejando a solo unos pocos en pie y para contarlo.

El problema es que del dicho al hecho hay mucho trecho, y que aunque sea casi un lema entre emprendedores eso de fracasar y levantarse, en el momento en el que estamos experimentando la sensación de pérdida es muy difícil verlo de forma tan práctica y más bien, nos sumimos en una espiral de derrota de la que a veces es difícil salir. Y es que al final, a parte de emprendedores, también somos humanos.

Una quiebra supone momentos de angustia y profunda depresión. Incluso muchas veces el fracaso de nuestro negocio se extiende hasta afectar nuestra vida personal, por ejemplo, cuando ya no nos podremos dar la calidad de vida a la que estamos acostumbrados, o que lleve a separaciones de pareja. Eso sin contar que podríamos tener que pasar por situaciones tan incomodas como embargos y la perdida de todo nuestro patrimonio personal, al menos, en el peor de los casos.

Así que, es justo en estos momentos cuando la fortaleza y la confianza flaquean y cuando recibimos de todo menos de apoyo y palabras de aliento, es cuando más necesitamos aferrarnos a herramientas que nos ayuden a superar el contratiempo y convertirlo en enseñanzas que nos dirijan cada vez más cerca de nuestro objetivo soñado.

Así que para echarte una mano, hemos consultado con la psicóloga experta Marisa Hernández Torrijo quien nos dará algunos consejos para salir airosos de este importuno.

Siempre estar preparados para lo peor

Como dicen: guerra avisada no mata soldado. Por lo mismo, los emprendedores deben evaluar todos los riesgos que corra su empresa para estar lo más preparados posibles para afrontarlos o incluso tomar medidas preventivas para evitarlos. Por ejemplo, el colapso de una nave debido a inundaciones o a incendios, que los empleados roben a la empresa, la subida de impuestos, etc.

Aceptar los hechos

Luego, en caso de que nos encontremos ya frente  a los destrozos de algún riesgo, no se recomienda esconder la cabeza como el avestruz. Hay que ser valientes y asumir lo que sucedió, por muy duro que haya sido.

De esta forma es como se podrá dar el primer paso hacia el proceso que nos espera después de la perdida de nuestro negocio, el cual se parece mucho al proceso de un duelo.

La primera fase, será el dolor y la dificultad para aceptar lo que sucedió. Pero una vez entendamos que es una oportunidad de evaluar nuestro desempeño, entender que fue lo que no funcionó y usar esto para ganar experiencia, el sentimiento de dolor irá disminuyendo y nos permitirá avanzar hacia las otras fases del proceso. Incluso, algunos, ya comenzarán a plantearse nuevos negocios desde este momento.

Comunicar tu fracaso a las demás personas de tu equipo

Debes recordar que este fracaso no solo te afecta a ti, sino también a las personas que formaban parte de tu equipo de trabajo. Por lo tanto, es primordial comunicar lo ocurrido a todos tus empleados.

Para ello se recomienda convocar una reunión con los mismos en donde puedas explicarles con mucha humildad y honestidad lo que sucedió y el plan a seguir a partir de ese momento.

Además de hablar con tus empleados, también deberás comunicarle los problemas de tu empresa a tus acreedores y tus bancos. Todo esto sin olvidar acudir a los profesionales especializados en el Concurso de Acreedores.

Llegados a este momento, habrá sido de gran importancia que el empresario evaluase su situación de forma que sepa a que instrumento apelar, y es que en algunos casos, podemos llegar a salvarnos, incluso, de la responsabilidad personal y patrimonial.

Y es que si el Concurso se planifica y proyecta bien, tomando en cuenta  el tipo de empresa, plazo y monto de las deudas, los activos tangibles e intangibles de la misma, etc., este mal trago puede llegar a superarse solo en un par de años, permitiéndole a la persona comenzar desde cero, pero esta vez con la experiencia del negocio anterior.

Aprender de los fracasos

Aprender de lo que salió mal te hará sentir más motivado, te ayudará a desarrollar nuevos conocimientos y habilidades, y te dirigirá hacia nuevas personas y pensamientos. Recuerda que lo que no te mata, te hace más fuerte.

Trabajar en tu bienestar emocional

Quizá, el problema más difícil de enfrentar es la perdida de la confianza en si mismo por parte del emprendedor, y es que nuestra reacción natural ante el fracaso es sumergirnos en una espiral de culpa y pesimismo.

Por eso, debe ser una prioridad dedicarnos a la gestión de nuestras emociones, pensamientos y bienestar mental

Por ejemplo, podemos ayudarnos leyendo libros que nos inspiren o comenzar a escuchar charlas motivacionales. Mejor aún, si tenemos el presupuesto para ello, asistir a la ayuda profesional de un psicólogo que nos ayude a  atravesar este duelo. Todo esto sin dejar de lado, la importancia del apoyo y la compañía de nuestro circulo más cercano; nuestra familia y amigos.

Por otro lado, incluso el ejercicio físico y el deporte no ayudará a elevar nuestro ánimo y energías. Lo mismo sucede si nos dejamos entregarnos a los pequeños placeres de la vida. Todo nos puede ayudar a recuperar un estado mental lo suficientemente fortalecido para superar esta etapa de nuestra vida.

Recuerda que un negocio fracasado, no es un ser humano fracasado. Todo esto pasará y lo que quedará será todo lo aprendido, tu renovada fortaleza y muchas más ganas de alcanzar el éxito en un nuevo intento mejor planificado.

Recuperar tu autoestima

Este punto va muy ligado al anterior, y es que el autoestima se ve muy afectada después de sufrir un fracaso.

Para recuperarla, a parte de lograr gestionar nuestro bienestar emocional con las herramientas que te explicamos anteriormente, es muy importante nunca dejarse perder la pasión por los sueños. Y es que es justo esto lo que sirve como el combustible que nos hace levantarnos con energía y motivación todos los días y salir a la calle a luchar por lo que queremos con todo lo que tenemos.

Solo de esta forma seremos capaces de seguir encontrando la felicidad en el camino hacia el éxito, hasta finalmente alcanzarlo.

Deja de compararte con los demás

En el camino hacia la sanación después del fracaso, suele pasar que nos comenzamos a comprar con otros empresarios que si lograron tener éxito donde nosotros no. Pero esto lo único que hace es afectar el trabajo que estamos logrando con nuestra autoestima.

No es justo contigo mismo compárate con el éxito de los demás. Todos hemos fracasado y tenido éxito en momentos diferentes de nuestras vidas y cada una de esas historias es completamente única y particular. Deja de mirar le jardín del vecino y pon manos a la obra en volver a plantar el tuyo.

 Hazte responsable de tu vida

Tampoco puedes adoptar el papel de víctimas y echarle la culpa de tu fracaso a los demás o a agentes externos. Esto solo te impedirá tomar las riendas de tu vida y de tu recuperación.

Un nuevo intento

Como hemos reiterado en diferentes ocasiones, el fracaso no es más que otro paso hacia el éxito; por lo que, una vez se vea una nueva oportunidad en el mercado, debes intentarlo nuevamente.

Eso sí, siempre tomando en cuenta lo aprendido en el fracaso anterior, por ejemplo, buscando hacer mejores alianzas, con mejores socios, buscando los mejores recursos posibles y con más certeza a la hora de tomar las decisiones que sentarán la base para su éxito.

Finalmente, recuerda que los verdaderos emprendedores, aquellos que al final consiguen el éxito, tienen  una actitud ante la vida que refleja lo que han aprendido de sus fracasos y no se resisten a adoptar nuevas filosofías y a empezar de nuevo cada vez que haga falta, eso sí, muy cuidadosos de no volver a cometer los mismos errores.

 

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