Actividad en STOP de los niños

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Los niños, tan activos por regla general, están atados de pies y manos encerrados entre cuatro paredes. Algunos de ellos tienen suerte, y disponen de terrazas o jardines en casas unifamiliares, la mayoría vive en pequeños pisos y solo tienen acceso a un limitado balcón, y los más desafortunados solo tienen ventanas para poder sacar la cabeza y respirar aire puro. Así, aunque la realidad es que todos, adultos y niños, hemos notado este confinamiento al que nos hemos visto sometidos por el Covid-19 y el Estado de Alarma decretado por el Gobierno, los pequeños son los que menos entienden y más lo sufren.

Y es que todos los psicólogos infantiles y psicopedagogos están de acuerdo al explicar que los niños necesitan una actividad que los adultos no precisan, y no se trata de que el adulto no deba hacer algo de ejercicio (todos sabemos lo peligroso que es el sedentarismo) sino que se trata de que los pequeños necesitan, aún más, esa actividad, tanto por su estado físico como por su estado anímico y mental.

Mi hija, de tan solo 8 meses, acostumbrada a salir a pasear prácticamente todos los días, lleva encerrada ya demasiado tiempo y aunque no sabe qué le pasa, yo sí lo sé, y se estresa, se pone tensa y llora todas las tardes, cuando ya no puede más. El hijo de una buena amiga, muy nervioso, aunque entiende la situación porque es más mayor (tiene 8 años), no puede evitar que su subconsciente le juegue malas pasadas y son muchas las noches que está teniendo pesadillas y se despierta llorando de madrugada.

Todos lo estamos pasando mal, unos más que otros, pero los niños puede que sean los más desafortunados en este encierro pues su capacidad para entender, para adaptarse a la situación y para permanecer tranquilos en casa, es muy inferior a la de los adultos (al menos en la mayoría de los casos).

El experto profesor y preparador de oposiciones de educación física Raúl Hernández, asegura que hay ciertas actividades que pueden ayudarnos a rebajar la tensión en los pequeños. Tenemos que conseguir que se muevan y podemos jugar al escondite por la casa, poner objetos en los pasillos largos y jugar a correr intentando evitarlos en zigzag, y otros juegos que puedan ayudarnos a mantenerlos entretenidos y quemando algo de energía.

Extraescolares

No obstante, tenemos que entender que los niños, muchas veces, están acostumbrados a quemar muchísima energía con las actividades extraescolares. No se trata solo de la típica clase de gimnasia o de las tardes con amigos en parques de columpios, sino también de todas esas actividades extraescolares que hacían todas las semanas y que ahora, obviamente, son inviables.

AEM, empresa de actividades extraescolares en Madrid, nos ha explicado cómo tienen todo absolutamente parado. Los niños no tienen entrenamientos de fútbol, ni clases de ballet, lo que además provoca que ellos no tengan ningún tipo de ingreso. En estos momentos, peligra su empresa, así como la salud de los pequeños.

Por eso muchos profesores de educación física apuestan por colgar en las redes sociales como Instagram o Facebook, vídeos de ejercicios que los niños deberían seguir haciendo en sus casas y que incluyen desde bailes hasta estiramientos e incluso flexiones encubiertas con actividades lúdicas que pueden practicar en su salón o habitación.

No obstante, y manteniendo la esperanza de que este verano la situación ya no sea la que hay ahora mismo en España, grandes empresas que organizan actividades estivales y campamentos de verano como Naturacción u Ocio Aventura Cerro Gordo ponen su esperanza y sus miras en agosto. Y es que, la realidad, es que los niños que ahora mismo están encerrados en sus viviendas se verían gratamente beneficiados si este verano cambiasen su casa por un campamento de verano donde hacer todas las actividades posibles y socializar con otros niños durante, por lo menos, quince días.

Beneficios de los  campamentos de verano:

  1. Amistades y habilidades sociales

El campamento proporciona el entorno ideal para que los niños asuman riesgos sociales. Obviamente, al principio, entrar en un mundo social desconocido puede resultar aterrador. Pasado el periodo de adaptación aprenden a tratar con gente nueva desarrollando sus habilidades sociales, explorando su independencia y mejorando su autoestima.

  1. Resiliencia y confianza

Otro de los beneficios de los campamentos se encuentra en el área de la inteligencia emocional. Esta competencia implica acciones como reconocer, comprender y controlar las emociones. Los niños aprenden a relacionarse, a interactuar con otras personas de manera positiva, a empatizar, y a conectarse con los demás.

  1. Centrarse en el plano físico

Es complicado competir por la atención de los niños con la diversidad de dispositivos, aplicaciones y redes sociales que tienen a su alcance. Un estudio reciente de Statistics Canadá descubrió que sólo el 7% de los jóvenes de entre 6 y 19 años realizan el tiempo recomendado de ejercicio físico que necesitan.

  1. Valores de liderazgo

La confianza, la creatividad en la toma de decisiones y la comprensión del trabajo en equipo son algunas de las cualidades que comparten muchos líderes. Se necesita práctica para convertirse en un buen líder.

  1. Juego libre y activo

Muchos niños hoy en día no disfrutan lo suficiente del juego no estructurado. El campamento ofrece a los niños el tiempo de juego que necesitan y fomenta la creatividad y el compromiso social. Actualmente, gracias a la especialización de los campamentos, se puede elegir el que mejor se adapte a las necesidades de cada familia.

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