Cambios para las empresas en RR.HH. este 2025

2025

2025 no es un año más para las empresas, sobre todo en el área de Recursos Humanos. Es un año de cambios fuertes, de reformas legales que ya no se pueden ignorar, y de una presión constante por ponerse al día con todo lo que está ocurriendo en el mundo laboral. Muchas empresas están empezando a darse cuenta de que lo que antes se consideraba “opcional” ahora es casi obligatorio si quieren seguir funcionando bien.

Quien esté en RR.HH. —o quien tenga una empresa, grande o pequeña— ya lo está notando. Y quien no lo haya notado todavía, lo va a notar muy pronto. Este año las cosas no se tratan solo de “tenerlo todo en orden” o de cumplir con lo mínimo legal.

Va mucho más allá: se trata de adaptarse a una nueva forma de trabajar, de gestionar personas y de entender el entorno laboral. Y sí, es mucha faena.

 

La jornada laboral se reduce (aunque no lo parezca)

Una de las cosas más comentadas este año es la reducción de la jornada laboral. Se está hablando mucho del paso de las 40 horas semanales a 37,5. Aunque todavía no es una obligación para todas las empresas, ya forma parte de la agenda del Gobierno, y la intención es clara: avanzar hacia una jornada laboral más corta sin que eso afecte a los sueldos.

Muchas empresas ya están haciendo pruebas o ajustando horarios para no tener que improvisar cuando la medida sea obligatoria. Algunas han empezado con turnos más compactos, otras con días sin reuniones para aprovechar mejor el tiempo, y unas pocas incluso han implantado jornadas de cuatro días por semana.

Eso sí, no todo el mundo lo ve igual. Hay quienes están a favor porque dicen que ayuda a la conciliación y al bienestar de los empleados. Otros tienen miedo de que la productividad baje. Pero lo que está claro es que el cambio se acerca, y quien se espere al último momento para reaccionar va a tener un problema serio de organización.

Además, no se trata solo de reducir horas por reducir. Hay que replantearse cómo se trabaja, qué tareas sobran, cuáles se pueden automatizar, cómo organizar mejor los equipos…

Es un cambio real, no un simple ajuste de horarios.

 

Digitalización del control laboral: el Excel ya no basta

Si hay algo que ha quedado claro en 2025 es que los métodos antiguos ya no sirven para controlar el trabajo. Las empresas tienen que llevar un control digital y transparente de todo: horarios, vacaciones, ausencias, bajas, permisos, horas extra… Y no vale con tenerlo apuntado en un papel o una hoja de Excel. La normativa es clara: todo tiene que estar disponible, trazable y accesible en caso de inspección.

Esto no es solo un capricho del Gobierno. También es una forma de proteger los derechos de los trabajadores y evitar fraudes o irregularidades. Pero claro, para las empresas supone un reto. Especialmente para las más pequeñas, que no siempre tienen los recursos para montar un sistema de control digital de un día para otro.

Por eso se están multiplicando las herramientas y plataformas que ayudan con esto: software para fichar desde el móvil, sistemas que registran las horas de entrada y salida de forma automática, paneles para gestionar vacaciones o turnos… Lo importante no es solo tenerlo, sino saber usarlo y que esté todo bien documentado.

Kairoshr, plataforma de gestión de recursos humanos, tiene claro que “la clave está en adelantarse, apoyarse en tecnología fiable y contar con asesoramiento experto. Un departamento de RRHH eficiente debe estar preparado para cumplir con la normativa, pero también para atraer talento, motivar a su plantilla y contribuir al crecimiento del negocio”.

 

Inteligencia Artificial en RR.HH.

Aunque suene futurista, la inteligencia artificial ya forma parte del día a día de muchas empresas. En Recursos Humanos, la IA se está usando para muchas cosas: analizar currículums, detectar patrones en la rotación de personal, personalizar la formación, evaluar rendimiento, incluso predecir cuándo alguien podría estar pensando en irse.

Ahora bien, usar IA en RR.HH. no es simplemente meter los datos en una máquina y dejar que lo haga todo sola. Hace falta criterio, porque también hay riesgos: discriminación, sesgos, decisiones injustas… Por eso ya se están creando leyes para regular el uso de estas tecnologías en la gestión de personas.

La clave está en usar la IA como apoyo, no como sustituto del juicio humano. Sirve para ganar tiempo, para mejorar procesos, para identificar cosas que a simple vista no se ven. Pero siempre tiene que haber una persona detrás tomando las decisiones importantes.

 

El bienestar emocional ya no es un “plus”, es una necesidad

Durante mucho tiempo, hablar de salud mental en el trabajo era un tema tabú. En los últimos años empezó a ganar espacio, pero en 2025 se ha vuelto una prioridad total. No solo por conciencia social, sino porque los datos lo piden a gritos: las bajas por ansiedad, depresión o estrés laboral están por las nubes.

Ahora, muchas empresas ya están integrando medidas de bienestar en su estrategia de Recursos Humanos: sesiones de apoyo psicológico, formaciones sobre gestión emocional, pausas activas, horarios flexibles, días de salud mental, espacios para desconectar, etc.

Y no, no es postureo. Hay una relación directa entre el bienestar emocional de una persona y su rendimiento. Además, cuidar a los equipos reduce el absentismo, mejora el ambiente y hace que la gente se quede más tiempo.

Las empresas que no lo entiendan así, se van a quedar sin talento. La gente ya no aguanta cualquier cosa. Si una empresa no cuida la salud mental, es muy probable que la abandonen en cuanto puedan.

 

Igualdad y cumplimiento

Otro de los grandes focos de este año es el tema de la igualdad, los protocolos contra el acoso y el cumplimiento normativo. No es nuevo, pero en 2025 se ha reforzado la exigencia legal. Y cada vez se hacen más inspecciones para comprobar que las empresas no solo tienen documentos bonitos, sino que aplican las medidas de verdad.

Los planes de igualdad, por ejemplo, ya son obligatorios para muchas empresas, incluso si tienen menos de 50 empleados. Y no se trata solo de igualdad salarial. También hay que revisar procesos de selección, promoción, conciliación, lenguaje, formación, etc.

Además, los protocolos de prevención del acoso ya no pueden ser genéricos. Tienen que estar adaptados a cada empresa, bien comunicados y actualizados. Y hay que formar a la plantilla para que sepa qué hacer si se da una situación de acoso.

El compliance laboral también se está reforzando. Se exige que las empresas tengan canales de denuncia interna, medidas disciplinarias claras, y una cultura de cumplimiento real. No basta con tener un PDF en la intranet. Hay que aplicarlo y demostrarlo.

 

Formación continua y talento intergeneracional

El mercado cambia cada pocos meses, y eso obliga a las empresas a cambiar también. No basta con contratar bien, hay que formar a los equipos constantemente. La famosa “formación continua” se ha convertido en una herramienta clave para sobrevivir.

El reskilling (aprender habilidades nuevas) y el upskilling (mejorar las que ya se tienen) son básicos para puestos técnicos, para líderes, para personas de atención al cliente, para administrativos… Todo el mundo necesita actualizarse.

Además, las plantillas ahora son mucho más diversas en edad. En una misma empresa puede haber personas de 20 y de 60 años trabajando codo a codo. Eso puede ser muy enriquecedor… o un caos total si no se gestiona bien.

Por eso también se están creando programas de gestión del talento intergeneracional. Adaptar la formación a distintos perfiles, fomentar el intercambio de conocimientos entre generaciones, crear equipos mixtos que se complementen…

Todo eso ayuda a que haya una convivencia sana y productiva.

 

¿Cómo afrontar todo esto sin morir en el intento?

Con todo lo que está pasando, muchas empresas se sienten desbordadas, y es normal. La legislación cambia rápido, las herramientas tecnológicas se multiplican, las exigencias de los trabajadores aumentan… ¿Por dónde empezar?

Lo primero es dejar de ignorar el tema. No sirve hacer como que no pasa nada. Porque sí pasa. Y cuanto más se tarde en actuar, más difícil será ponerse al día.

Lo segundo es apoyarse en tecnología útil. No hace falta tener el sistema más caro del mercado. Pero sí uno que funcione bien, que cumpla la ley y que te dé tranquilidad.

Lo tercero es pedir ayuda si hace falta. Existen asesorías, consultoras, servicios especializados… No todo tiene que hacerse desde dentro. Muchas veces, una mirada externa ayuda a ver lo que no se está viendo.

Y lo más importante: hay que entender que Recursos Humanos ya no es un departamento de “papeleo”. Es un área clave para el futuro de cualquier empresa. Y 2025 lo está dejando muy claro.

 

Este 2025 está sacudiendo los cimientos de cómo se trabaja en las empresas

Y quien no se adapte se queda atrás, así de simple.

Este año no va de sobrevivir, va de transformar la forma de trabajar… y Recursos Humanos está justo en el centro de esa transformación.

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