La responsabilidad medioambiental es algo que nos afecta a todos y todas y que tenemos que desarrollar cada vez con mayor ímpetu. Es algo que a nadie se le debería olvidar y que no cabe la menor duda de que debe ser una de las grandes necesidades y apuestas del ser humano. Si no somos nosotros y nosotras mismas quienes cuidemos del planeta, ¿quién creemos que va a asumir esa tarea? Los problemas que tiene la Tierra no se solucionan con el hecho de que varios miles de personas cambien su actitud y empiecen a adquirir nuevas técnicas responsables con el medioambiente. Este tiene que ser un proyecto que englobe a millones y millones de personas.
Es cierto que, al menos, hemos empezado a dar pasos para evitar males para nuestra Tierra. El ser humano ya ha cambiado su actitud en lo que tiene que ver con los combustibles fósiles. Por eso existen los vehículos híbridos y los eléctricos. En otro orden de cosas, también se han realizado apuestas por las energías renovables y se han prohibido los plásticos de un solo uso en una gran cantidad de superficies comerciales, además de reducir las emisiones provocadas en el ámbito industrial. Hay que seguir por este camino e implementar y potenciar todo lo que tiene que ver con el cuidado de nuestro medioambiente.
Y es que hace falta una mejora casi en todos los sentidos. Porque se han producido avances, sí, pero hay que incrementarlos. Hemos degradado tanto nuestro entorno que ahora nos va a costar mucho dejar de producir daños, entre otros lugares, a nuestra atmósfera. Por tanto, se debe seguir investigando y abriendo nuevas vías a través de las cuales sea posible ejercer una contribución para con nuestro medioambiente. Conseguirlo es sinónimo de garantizar el futuro de nuestras futuras generaciones. No es moco de pavo.
En una noticia que fue publicada en la página web de Forbes se realizaba una clasificación de las ciudades europeas que hacían una contribución más grande en lo que tiene que ver con la moda ecológica. Copenhague es la ciudad que más destaca en este sentido con un total de 4.420 búsquedas mensuales en relación con la moda ecológica, siendo la ciudad belga de Amberes la que ocupa la segunda posición y posicionándose Dublín como la tercera urbe dentro de este ranking. España, por cierto, no ha conseguido colar ninguna de sus ciudades entre las 20 primeras y ese es un síntoma de que nos queda mucho por mejorar en términos de cuidado del medioambiente en el interior de nuestras fronteras.
La moda ecológica es una de las aristas de la estrategia que ha de seguir el ser humano para luchar contra la degradación de su entorno… y viene ganando terreno en los últimos años en España a pesar de que todavía nos quede margen de mejora en ese sentido. Una buena noticia nos ha sido proporcionada por parte de los y las profesionales de La Casa de los Disfraces, quienes nos han indicado que se está incrementando la demanda de disfraces que estén realizados con materiales ecológicos. Eso indica que la conciencia ambiental está creciendo y está claro que ese es un motivo para la ilusión y el optimismo.
Los jóvenes, a la cabeza del cambio
Si hay algo por lo que está destacando este uso de la moda ecológica es por el hecho de que hay una enorme cantidad de personas jóvenes que se han volcado con ella. Son el grupo de población que ha tomado la delantera en este sentido, el que está abanderado un cambio necesario y en el que se tiene que fijar la mayoría de la población. Es evidente que debería ser todavía mucho más grande el volumen de gente que se sume a aspectos como estos, pero está bien que los jóvenes, que son los que más ruido hacen gracias al uso de las redes sociales, hayan sido quienes estén apostando mayoritariamente por este movimiento.
Que sean los jóvenes quienes estén liderando ese cambio es una buena noticia para el futuro. La razón es sencilla. De cara a las generaciones venideras, las personas que son jóvenes y que se han preocupado por la salud del planeta educarán a sus hijos e hijas con valores como el reciclaje, la ecología y las políticas verdes, lo que repercutirá de una manera muy positiva en todo lo que tiene que ver con el estado en el que se encuentre la Tierra en el futuro. Ojalá que así sea y que dentro de unos años podamos decir que hay visos de mejora en lo que tiene que ver con el respeto que el ser humano manifiesta por el entorno en el que vive.